jueves, 29 de noviembre de 2012

¿QUÉ ES Y SU IMPORTANCIA?


Lo que todavía me alegra es que a pesar de la modernidad, llena de prisas y de preocupaciones, los padres de familia, algunos jóvenes (afortunadamente hombres y mujeres) y ejecutivos de empresas desean capacitarse y actualizarse en el tema de esas buenas costumbres, que existen y aún se mantienen, aunque sean más flexibles que en la época de nuestros abuelos….

Decimos en nuestras clases de etiqueta de una persona correcta, educada y con buenos modales, no pasa inadvertida y será siempre bien recibida y considerada.



En nuestra época, se sientan los anfitriones en ambas cabeceras de la mesa, para luego continuar con los invitados.

EL PROTOCOLO EN LA MESA

Algunos consejos y pautas para una mesa muy especial…

Cada vez es más frecuente el querer conocer cual es la manera correcta de montar una mesa para nuestras fiestas y eventos e incluso cual es el orden y la disposición de los elementos en la mesa, para utilizarlos correctamente cuando nos invitan a almuerzos o cenas formales.

Aquí pasamos a redactar la manera más formal con todos los elementos necesarios. Será criterio del anfitrión suprimir algún elemento si por alguna circunstancia no ve oportuno colocar alguno de ellos.

El montaje de la mesa siempre se realizará antes de llegar todos los invitados, para que al llegar, nuestra única preocupación como anfitrión sea atender a nuestros comensales.

El primer factor que tendremos en cuenta es la iluminación del salón, buscaremos una luz suficiente, ni muy tenue ni demasiado intensa.

Después elegiremos un estilo adecuado al espacio en el que vamos a realizar la comida. Pensaremos en la combinación de colores para que todo quede integrado, tanto entre sí como con el resto de muebles de nuestro comedor.

Tendremos en cuenta que el espacio que ocupa un invitado sobre la mesa es de unos 75 centímetros. En los casos más ajustados unos 70 cm, nunca inferior a 65 cm.
Cada vez es más frecuente el querer conocer cual es la manera correcta de montar una mesa para nuestras fiestas y eventos e incluso cual es el orden y la disposición de los elementos en la mesa, para utilizarlos correctamente cuando nos invitan a almuerzos o cenas formales.


UN BUEN ANFITRIÓN

Los anfitriones deben recibir a la puerta a sus invitados, para saludarles e invitarles a pasar e incorporarse a la reunión. También es correcto que hagan las correspondientes presentaciones entre los invitados que no se conocen, siempre que ello sea posible. Un buen anfitrión, aparte de ser buen organizador, tiene que ser un buen "relaciones públicas" y debe saber hacer presentaciones, conversar, e incluso debe saber cómo salir de situaciones embarazosas o incómodas. Debe saber crear un ambiente agradable para todos sus invitados. Por eso confeccionar una buena lista de invitados es fundamental.

Un buen anfitrión debe:


1. Saber recibir y despedir a sus invitados.

2. Saber controlar todo tipo de situaciones, por incómodas que sean (discusiones, invitados que han bebido más de la cuenta, etc.).

3. Moverse con soltura charlando, a poder ser, con todos los invitados, y haciendo sentirse cómodos a todos ellos, por muy tímidos o retraídos que sean,

4. Saber elegir el menú adecuado al tipo de evento, a la época del año y al gusto de la mayoría de sus invitados. Lo mismo con la bebida, la decoración y el ambiente general de la sala.

5. Tener la casa en perfectas condiciones, sobre todo las dependencias donde tendrá lugar el encuentro y otras zonas donde pueden entrar los invitados (jardín, biblioteca, baños, etc.). Hay que procurar que no falte de nada.

6. Saber colocar a los invitados. Hay que evitar poner juntas a personas que tienen cierta enemistad, colocar a un invitado extranjero entre personas que no hablan su idioma, etc.

7. Atender y facilitar, en la medida de lo posible, el movimiento de personas con alguna discapacidad, personas mayores, etc.

8. Resumiendo, estar atento a todo cuanto acontece para evitar que cualquier imprevisto estropee el desarrollo del encuentro.

LA MANTELERÍA


Los manteles deben colgar por los costados de la mesa, no menos de unos 20 cm. La decoración en la mantelería ha variado, por ejemplo, un hermoso mantel blanco, cuyas servilletas ya se gastaron hace tiempo, puede ser combinado con servilletas en un tono contrastante o de acuerdo al color de la vajilla.

También se puede elegir una tela de cuadros o una estampada de flores con la única condición de que sea con estampados en tonos firmes, que por la cantidad de lavadas que tendrá no puede ni debe desteñirse. Éstas se utilizarán para el almuerzo o el té.

En cambio, para una cena formal, el mantel de color blanco o marfil con servilletas iguales es el más adecuado. Los individuales son muy prácticos para almuerzos informales, es decir, entre familiares, amigos íntimos, gente de ¡Mucha confianza!; pero nunca en: reuniones formales, ni mucho menos encima de un mantel.

Los individuales se colocan directamente sobre la mesa y pueden ser de rafia, paja o algodón.

Tanto el mantel como los individuales y las servilletas (sin indicaciones de haberlas usado otra persona antes, como por ejemplo, señales de lápiz de labios) deben estar siempre inmaculadamente limpios.

La mantelería se divide en tres piezas:

- Muletón o bajo- mantel: es una pieza de tela gruesa, suave y afelpada. Normalmente de algodón o lana. Es utilizada para proteger la mesa ante el derrame de algún líquido. Da un aspecto mullido a la mesa. Una técnica recurrida en el ámbito doméstico, cuando no se dispone de él, es utilizar una toalla para que realice esta función. Esta pieza ha de ajustarse bien a la mesa para que no se mueva, al ser una tela gruesa cualquier pliegue supondría que las copas por ejemplo pierdan el equilibrio al ponerse encima.


- Mantel: es una pieza de tela normalmente lino, algodón o cualquier otro tejido suave que cubre la mesa en la que comemos. Lo más correcto es que sea de color blanco o tonalidades claras y que llegue casi hasta el suelo. Al contrario de lo que estamos acostumbrados a ver o pensar, no es la pieza sobre la que comemos, ya que sobre el mantel, colocaríamos el cubre-mantel.


- Cubre- mantel: es una pieza de tela de tejido fino, que se coloca sobre el mantel para protegerlo de las manchas que puedan hacerse durante el servicio de los platos. Es de tamaño inferior al mantel, para que se vean las faldas de éste. Hay de distintos tipos, individuales, los llamados paso de mesa o que cubren la totalidad de la mesa. Podemos jugar con la combinación de colores y contrastarlo con el resto de elementos de la mesa.

LA SERVILLETA

La servilleta, es una de las piezas fundamentales a la hora de sentarse a la mesa. Es un elemento fundamental en cualquier tipo de mesa, ya sea formal o informal.

Recordamos que la servilleta se coloca a la izquierda del plato o encima (una forma bastante utilizada, pues además protege al plato de cualquier motita de polvo, ceniza, etc.) y también se coloca en el lado derecho. Nunca, dentro de las copas. Si tienen algún tipo de bordado o anagrama, lo mejor es colocarlas con este bien visible.


LA VAJILLA

Existen vajillas de distintos diseños y calidades. Utilizaremos aquella que más se ajuste a nuestros gustos y posibilidades. Cuanto más formal sea nuestro evento, es recomendable utilizar estilos clásicos y de colores claros.

Si los platos tienen anagramas en el borde, colocaremos el plato de manera que el anagrama coincida en la parte superior del plato, centrado y de manera legible para el comensal. De igual modo si el anagrama esta dibujado en el centro del plato.

- Bajo-plato: Esta pieza es la base de la vajilla. Sobre él se dispondrán el resto de platos. Es de un tamaño superior al resto y es frecuente verlos de distintas calidades, metálicos, cristal, de loza, porcelana, etc. La razón de ser de ésta pieza es para que entre servicio y servicio, no se quede un comensal sin plato delante, ya que esto no es correcto en protocolo.

- Plato llano: Es el siguiente que colocaremos sobre el bajo-plato.

- Plato hondo o sopero: Sólo se colocará si lo primero que se va servir en el menú es alguna crema o consomé. De no ser así bastará con el plato llano. Nunca se colocarán dos platos llanos uno encima de otro, aunque por el tipo de menú preparado vayan a ser necesarios. En éste caso, una vez terminado el primer servicio, se retirará de la mesa, y se cambiarán por platos del mismo tipo pero limpios.

¿QUÉ HACER CON LOS CUBIERTOS?

Existen dos formas de apoyar los cubiertos:

• A la inglesa, con las puntas de los tenedores y las cucharas hacia arriba.
• A la francesa, con las puntas de los tenedores y las cucharas hacia abajo.

En Argentina adoptamos la forma más difundida internacionalmente y se colocan los cubiertos a la inglesa. Los cubiertos se colocan de afuera hacia adentro siguiendo el orden en que se servirá el menú; los correspondientes al primer plato quedan primeros, seguidos por los que usaremos para comer el segundo plato.

LOS TENEDORES: se colocan del lado izquierdo y los cuchillos y cucharas del derecho. Si el primer plato fuera servido en copa, del lado izquierdo colocamos el tenedor con el que nos ayudaremos para empujar los alimentos a la cuchara, y del lado derecho la cuchara con la que comeremos. Si el primer plato fuera un pescado, colocaremos el tenedor especial (tiene una muesca a los lados y es más ancho que uno de postre) del lado izquierdo, y la pala para separar los trozos y encontrar las espinas, del lado derecho. Hacia adentro, junto al plato, estarán el tenedor y el cuchillo con el que comeremos el plato principal.

LOS CUCHILLOS: se colocan del lado derecho, con el filo hacia adentro. Todos los cubiertos se colocan alineados por su base, perfectamente paralelos y cuidadosamente repasados. Por encima del plato de sitio se colocan los cubiertos de postre. El tenedor, que se usa con la mano izquierda, tendrá su mango hacia ese lado, y por sobre éste va la cuchara que, por usarse con la mano derecha, tendrá su mango hacia ese lado.