Los
cubiertos se colocan en el orden en que los usaremos, y las copas desplazadas
hacia la derecha porque las bebidas se sirven por el lado derecho. Las copas no
son elementos decorativos que prueban que tenemos una cristalería muy completa;
en nuestra mesa perfecta, colocamos las copas que corresponden a las bebidas
que vamos a servir. Si para acompañar el primer plato vamos a servir un vino
blanco, colocaremos tres copas: la de agua, la de vino tinto y la de vino
blanco. Si en la comida sólo se va a servir vino tinto, colocamos dos copas: la
de agua y la de vino tinto. Si para acompañar los postres serviremos champagne,
colocamos la copa correspondiente.
No
olvidemos que si la ocasión aconseja hacer un brindis, ese es el momento y ésa
es la bebida ideal. Las copas se colocan de mayor a menor, de izquierda a
derecha y formando una leve diagonal.
Para
que el sitio quede perfectamente armado, primero coloco la copa para vino tinto
alineada con la punta del cuchillo para carnes, a su izquierda (levemente más
arriba) la copa de agua (que es la más grande) y a su derecha (levemente más
baja), la copa para el vino blanco (que es la más pequeña). Por detrás,
completando un triángulo imaginario, la copa de champagne. Si sólo sirvo vino
tinto y champagne, coloco la copa para vino tinto alineada con el cuchillo, a
su izquierda la de agua y por detrás (formando el triángulo) la de champagne.
La copa de agua no puede faltar nunca, siempre serviremos agua sin gas.
Algunas
recomendaciones generales:
- · No es recomendable colocar en la mesa más de 4 tipos de copas.
- · Las copas deben estar muy limpias y libres de olor y se recomienda guardarlas con el borde hacia arriba.
- · Es preferible lavarlas con agua tibia y vinagre y dejarlas escurrir, sin frotarlas con un paño.
- · No usar esponja metálica para lavarla bajo ninguna circunstancia pues podría rallar el cristal.
- · No utilice la copa como servilletero. Evite meter la servilleta en las copas, es de muy mal gusto.
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